lunes, 4 de noviembre de 2019

Chao Pescao


02-11-19 Noviembre
En este día de otoño que tanto te gustaban, y de los que tantas veces te había explicado el paisaje y sus colores, aquí mi carta de despedida, pero sólo de este plano físico, ya que te quedas en los corazones que has marcado, sin duda muchos.
Has sido un ejemplo de resiliencia y un estandarte de resistencia, te recordaremos por esa férrea determinación y carácter poderoso que te caracterizaba.
Te escribo hoy para agradecerte todo lo compartido y lo aprendido, que hemos aprendido acompañándote estos años.
De la empatía, que es el respeto por la decisión u opinión de los demás y su circunstancia.
También hemos sentado cátedra en el concepto del valor del amor incondicional, y la capacidad de perdón a la que puede llegar una persona por medio del respeto al mundo, la visión y la realidad del otro.
También de la asertividad, que es la capacidad de expresar las opiniones, los sentimientos, las actitudes y los deseos, y reclamar los propios derechos, en el momento adecuado, y de una manera que no afecte a los derechos de los demás.
De la empatía, que es la participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otras personas.
Sobre el libre albedrío, que es el poder y derecho de elegir y tomar sus propias decisiones.

Gracias por esos últimos días,  de recordar nuestra infancia que rememorabas como feliz, trayendo un mundo de recuerdos, olores y marcos familiares que para mí estaban llenos de niebla, gracias por ser el icono de rebeldía en mi adolescencia, mi cultura musical y mis nacientes conceptos de la libertad de Ser y Pensar.
Gracias por todos esos momentos que me hiciste sentir el gozo de vivir, y esos torrentes de risas incontrolables, los paseos con perrines,  las retadoras  excursiones, los eternos cafés con leche, las confidencias tóxicas, las que no lo eran tanto.

Toda la historia que nos construyó de la forma que fuera como hermanas,  y de la que me siento mujer poderosa y entera por ello,  y nos hizo ser quien hemos sido.

Gracias por abrirme desde muy temprano, una curiosidad  inmensa a comprender e integrar, que cuando la vida duele, permitir que el resentimiento y el rencor crezcan, el no comprender la importancia  del perdón a uno mismo y a los demás, son los factores  más importantes y necesarios para que una  persona logre  una vida feliz.

Te llevo en mi adn y en mis formas de vida estás un poco tú, mezclada con todas nuestras hermanas, no puedo pensar entonces que te vayas a ir muy lejos, porque aunque tu cuerpo no esté ya presente, pervives en todos los seres a quienes influenciaste de una forma u otra.

Sigue la fiesta, sister!!

Ha sido a la vez fenomenal, impresionante, y  a la vez heavy mientras duró, pero como tú decías, lo que no te mata te hace más fuerte.

Si pudiera echar para atrás en el tiempo, desearía que nos hubiéramos acercado mucho antes.

Para siempre en nuestros corazones y en nuestras historias de vida, 

Gracias por todo Susana.